El Pawkar Raymi en Ecuador es una fiesta que llena de color y alegría a las comunidades indígenas, especialmente en la sierra. Esta tradición es como un gran «¡gracias!» a la Pachamama (Madre Tierra) por las primeras cosechas del año, y tiene un encanto especial que mezcla lo antiguo con lo moderno. Así que, prepárate para imaginar campos florecidos, danzas y mucha comida deliciosa, y te lo cuento todo con un tono amigable y entusiasta.
¿Qué es el Pawkar Raymi?
El Pawkar Raymi, que en quechua significa «fiesta del florecimiento», es una celebración que honra el inicio de la cosecha y el florecimiento de los cultivos, como el maíz, las papas y las habas. Se celebra alrededor del 21 de marzo, que coincide con el equinoccio de otoño en el hemisferio sur y el inicio del año nuevo andino, llamado mushuk nina.
Es una de las cuatro grandes fiestas agrícolas de los incas, junto con el Inti Raymi, y es una forma de agradecer a la Pachamama por sus regalos. También se mezcla con el Carnaval cristiano, lo que hace que sea una fiesta única que une tradiciones indígenas y católicas. ¡Es como una doble celebración con extra de diversión!
¿Cuándo y dónde se celebra?
El Pawkar Raymi suele celebrarse entre finales de febrero y principios de marzo, dependiendo del calendario lunar y las cosechas locales. La fecha exacta varía, pero el 21 de marzo es el día clave porque marca el equilibrio entre el día y la noche. Los lugares más famosos para vivir esta fiesta están en la sierra norte, como Peguche (cerca de Otavalo), Saraguro (en Loja) y la provincia de Tungurahua. En Peguche, dura unos 11 días llenos de actividades, mientras que en Saraguro es un evento más concentrado pero igual de especial. Cada comunidad le pone su toque único, así que no hay dos Pawkar Raymi iguales.
¿Cómo se celebra?
La fiesta empieza con rituales de purificación que conectan a la gente con la Pachamama. En Peguche, por ejemplo, hacen el tumarina, un baño ritual con agua y pétalos de flores que limpia el cuerpo y el alma. Se cree que las mujeres solteras que se bañan así reciben bendiciones de fertilidad. ¡Imagínate un río lleno de flores y risas al amanecer! Después, hay desfiles con música de bandas de bronce, danzas y deportes tradicionales como el fútbol indígena.

La comida es el corazón de la fiesta. Preparan una pambamesa, una mesa compartida en el suelo con delicias como choclos (maíz tierno), arvejas, habas, chochos y hasta cuy (conejillo de indias). También sirven jucho, una bebida caliente o fría hecha de capulí (cereza silvestre) con melocotón y maíz, que los chamanes ven como un símbolo de fertilidad. Todo se comparte en comunidad, mostrando unión y gratitud. En algunos lugares, como Tungurahua, la gente camina descalza en el Camino de la Purificación, soportando piedras y espinas para conectar directamente con la tierra.
Otro momento divertido es el juego con agua: lanzan baldes, globos y pistolas de agua, ¡hasta espuma de carnaval! Es una forma de celebrar la importancia del agua para las cosechas. En Saraguro, las familias hacen ofrendas con frutas y flores en forma de chacana (cruz andina), un símbolo que bendice los productos y atrae buenas energías. También eligen una Pawkar Ñusta, una reina del festival, que lidera las actividades con elegancia.
Historia y significado
El Pawkar Raymi viene de los incas y era una de las cuatro festividades principales en el Cusco, según el historiador Inca Garcilaso de la Vega. Celebraba el florecimiento de los cultivos plantados meses antes. Con la llegada de los españoles, quedó en segundo plano porque lo veían como algo pagano, pero las comunidades lo mantuvieron vivo en secreto. En el año 2000, los indígenas de Saraguro lo recuperaron como patrimonio cultural, y desde entonces ha crecido en importancia. Es una forma de honrar a la Pachamama y resistir la influencia colonial, mostrando orgullo por su identidad.
En Saraguro, la gente se viste de negro con sombreros blancos durante la fiesta, una tradición que algunos vinculan al luto por el inca Atahualpa, traicionado por los españoles. Otros dicen que es más reciente. Sea como sea, es un recordatorio de su historia y resistencia.
El Pawkar Raymi hoy
Hoy, el Pawkar Raymi es una mezcla de lo tradicional y lo moderno. En Peguche, los indígenas que viven en el extranjero (unos 10,000 otavaleños) regresan a casa por hasta dos meses, trayendo consigo su música y artesanías. Es como un reencuentro familiar con sabor a fiesta. En Tungurahua, las celebraciones empiezan al amanecer, y en Saraguro hay procesiones con tambores, flautas y hasta caballos.
Turistas también se unen, y hay tours que te llevan a vivirlo de cerca, como en Saraguro, donde puedes ver las ofrendas y probar la comida. Es una oportunidad para aprender sobre la cultura kichwa y apreciar la conexión con la naturaleza. Con el cambio climático afectando las cosechas, esta fiesta también se ha vuelto un llamado a cuidar la tierra.
Para cerrar con una sonrisa
El Pawkar Raymi es como un estallido de vida y gratitud en la sierra de Ecuador. Con sus danzas, comida y rituales, te hace sentir parte de algo mágico y antiguo. Así que, si puedes, visita Peguche o Saraguro en marzo y únete a la fiesta: moja a alguien con agua, prueba un jucho y baila con los locales. ¡Y si no, disfruta la historia desde casa, que ya es un viaje increíble!
¿Te animaste a verlo? Si te gustó, temas como la Pachamama, el Inti Raymi, las tradiciones kichwa o las ruinas incas tienen mucho más que contar. ¿Qué opinas?
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