La Pachamama, es una figura importante en la cultura de Ecuador, especialmente para los pueblos indígenas de la sierra y la Amazonía. Es como la madre de todo lo que vemos: la tierra, los ríos, las montañas y las cosechas. Así que, prepárate para conocer una tradición llena de respeto y gratitud, mientras te lo cuento con un tono amigable y entusiasmo.
¿Qué es la Pachamama?
La Pachamama es la «Madre Tierra» en quechua, y para las comunidades indígenas como los kichwa, shuar, cañari y saraguro, es un ser vivo que cuida de todos. No es solo un pedazo de tierra: es una diosa que da vida, comida y agua, y a cambio pide respeto y cuidado. Los indígenas creen que todo en la naturaleza—montañas, ríos, animales—tiene un espíritu, y la Pachamama es quien los une y los protege. Es como la abuela sabia que siempre está ahí para ayudarte, pero que se enoja si no la tratas bien.
Esta creencia viene de los incas y se mezcla con tradiciones más antiguas de los pueblos andinos. Aunque los españoles trajeron el cristianismo y asociaron a la Pachamama con la Virgen María, las comunidades la mantienen viva como parte de su identidad. ¡Es una forma de resistir y honrar sus raíces!
¿Dónde y cómo se honra a la Pachamama?
La Pachamama se honra en toda Ecuador, pero especialmente en la sierra (como Imbabura, Cañar y Tungurahua) y la Amazonía. Hay fechas clave para rendirle tributo, como el 1 de agosto, conocido como el Día de la Pachamama, que marca el inicio de la cosecha en el calendario andino. También se la celebra durante fiestas como el Inti Raymi, el Pawkar Raymi, el Killa Raymi y el Kapak Raymi, donde las ofrendas son parte de los rituales.
Los yachaks (chamanes o sabios) lideran las ceremonias, que suelen hacerse al aire libre, cerca de ríos, montañas o en campos de cultivo. Una de las prácticas más comunes es la pago a la tierra, un ritual donde se entierran ofrendas para agradecer o pedir favores, como buena salud o cosechas abundantes. En la Amazonía, los shuar también la honran con rituales que usan ayahuasca, una planta sagrada, para conectar con su espíritu.
¿Qué se ofrece a la Pachamama?
Las ofrendas son el corazón de la relación con la Pachamama. Dependiendo de la comunidad y la ocasión, pueden incluir:
- Coca: Hojas que se mastican o queman como símbolo de respeto.
- Chicha: Bebida fermentada de maíz que se vierte en la tierra.
- Comida: Maíz, papas, habas, frutas o incluso cuy (conejillo de indias).
- Flores: Para decorar y alegrar a la tierra.
- Cigarrillos o alcohol: A veces se usan en rituales modernos, aunque no todos están de acuerdo.
- Objetos personales: Como monedas o tejidos, para mostrar gratitud.
Estas ofrendas se colocan en un hoyo en la tierra, se cubren con pétalos y se queman o entierran, mientras el chamán ora o canta. En la sierra, por ejemplo, en comunidades de Otavalo, hacen una pambamesa (mesa compartida en el suelo) y guardan parte de la comida para devolvérsela a la Pachamama. Es como darle un regalo a tu madre para que siga cuidándote.
Rituales y tradiciones
Un ritual típico es el limpiamiento o despacho, donde el chamán limpia a las personas con hierbas o huevos para quitar las malas energías y ofrecerlas a la Pachamama. En el Día de la Pachamama (1 de agosto), muchas familias cocinan platos especiales como locro o hornado, y comparten con los vecinos. También abren un pequeño agujero en el suelo de sus casas y vierten chicha o comida, creyendo que así alimentan a la tierra que los sostiene.
En la Amazonía, los shuar y kichwa hacen ceremonias cerca de ríos o cascadas, usando cantos y humo de tabaco para invitar a la Pachamama a escuchar sus pedidos. En la sierra sur, como en Saraguro, los cañari celebran con danzas y música, vistiendo trajes negros y blancos, y agradecen por la fertilidad de la tierra.
Historia y significado
La Pachamama viene de las creencias de los incas, que la veían como una diosa central, madre de los dioses y de la humanidad. Antes de ellos, pueblos como los cañari y los huancavilca ya adoraban a la tierra como algo vivo. Cuando los españoles llegaron en el siglo XVI, intentaron cambiar estas creencias por el cristianismo, pero los indígenas las adaptaron. Por ejemplo, asociaron a la Pachamama con la Virgen de la Candelaria o la Virgen del Carmen, y siguieron sus rituales en secreto.
Hoy, la Pachamama es un símbolo de resistencia cultural y ecológica. Con el cambio climático y la deforestación, las comunidades la ven como una aliada para proteger la naturaleza. En 2008, la Constitución de Ecuador la reconoció como parte del «buen vivir» (sumak kawsay), dándole un lugar legal como entidad viva que merece cuidado. ¡Eso es un gran paso para respetar las tradiciones!
La Pachamama hoy
El Día de la Pachamama (1 de agosto) las comunidades siguen honrándola. En Otavalo, hay ferias y ceremonias en la Plaza de Ponchos, y en Cuenca, el Parque Arqueológico Pumapungo organiza eventos. Turistas también se unen, aprendiendo sobre rituales y probando comida tradicional. En la Amazonía, los shuar invitan a visitantes a sus ceremonias con ayahuasca, aunque siempre con respeto y guía de un chamán.
La Pachamama también inspira movimientos ecológicos. Grupos indígenas luchan contra la minería y el petróleo, diciendo que dañan a su madre tierra. En 2019, una marcha desde Sarayaku hasta Quito pidió protegerla, mostrando su fuerza actual.
Para cerrar con una sonrisa
La Pachamama es como el corazón de Ecuador: una madre que da todo y pide a cambio que la cuidemos. Con sus rituales, comida y música, nos recuerda lo importante que es vivir en armonía con la naturaleza. Así que, si pasas por la sierra o la Amazonía, únete a una ceremonia, prueba una chicha y agradece a la tierra. ¡Y si no, disfruta la historia desde casa, que ya es un regalo!
¿Te gustaría conocer más? Temas como el Inti Raymi, el ayahuasca, las tradiciones kichwa o el buen vivir tienen mucho más que contar. ¿Qué opinas?